martes, 29 de marzo de 2011

Ciclo de cine gratis

Recomendado (Hagan clic sobre la imagen para agrandar).

jueves, 24 de marzo de 2011

Sucker Punch

Impactante. Atrevida. Cruzando el límite de la imaginación más lisérgica. Un cuento de hadas repleto de acción y explosiones.

Eso y más es Sucker Punch: Mundo surreal.

Otra prueba de que Zack Snyder es uno de los cineastas del momento, junto a Christopher Nolan. Y hablando de ellos dos, ¿por qué falta tanto para ver Superman: The Man of Steel?

jueves, 17 de marzo de 2011

Jesús Top Secret

Imagínense a Jesús en el mundo moderno, en la Argentina actual. Imagínenselo como uno más de nosotros: usando Facebook, yendo al cine, levantándose mujeres. Imagíneselo no como una divinidad sino como un tipo imperfecto, vicioso, fracasado.

Quien imaginó todo esto primero es Nicolás Fiks, autor de la inminente novela Jesús Top Secret.

Si bien el libro todavía no fue publicado (será en unos meses), sí es posible visitar la página web, donde queda patente el tono satírico de la obra. Allí encontrarán fragmentos del diario íntimo de Jess, como se lo conocerá ahora. Va una pequeña muestra:

“Querido Diario,

Me recomendaron leer a Marcos Aguinis. Compré su libro “Pobre patria mía”. ¡Qué sentimental es! Pero yo, que soy judío igual que él, lo comprendo.

Todos los judíos de la Diáspora sufrimos por nuestra pobre patria Israel.


Sin Fecha porque no tengo ganas de ponerla”.

El sitio también incluye fotos con breves textos desopilantes, links a otros libros —como el no menos satírico Faceboom, de Juan Faerman—, información del autor y datos para contactarlo. Además, también hay una suerte de muro de los lamentos virtual donde se le puede escribir a Jess.

Fiks publicó cuentos, poemas y la novela Circo Zoocial. Es un autor que no pasa desapercibido, y con Jesús Top Secret no será la excepción.

Por lo pronto, entren en la página cliqueando aquí.


sábado, 12 de marzo de 2011

sábado, 5 de marzo de 2011

MATIAS ORTA. PARTE 2

Segunda parte de la entrevista.

9. Te une una gran amistad con SEBAS DE CARO, de ahí que participaste en su film RECORTADAS. ¿Qué nos podes contar de esta experiencia cinematográfica?
Seba es cinéfilo, melómano, futbolero, un diccionario viviente de la cultura pop. Pero sobre todo, es un gran tipo, muy generoso. Le estaré siempre muy agradecido por la oportunidad.

Hacer Recortadas fue una experiencia como las que tuve pocas. Nunca había estado involucrado en largo, pese a mis ganas de siempre. Seba formó un equipo técnico y artístico buenísimo. Muy laburadores y muy buena gente. Un placer compartir momentos con aquel grupo. Y eso que pasamos por situaciones extrañas, como tener que filmar en medio del campo, en medio de la madrugada, durante la época de la quema de pastizales, a principios de 2008. Humareda por doquier. Pero estuvo muy bueno. Seba la tiene clara a la hora de elegir y dirigir actores. Y sabe filmar. Había hecho otras películas antes de Recortadas, así que está muy curtido.

Yo era y sigo siendo el blogger de la película. El contenido consiste en entrevistas al equipo, crónicas de las jornadas de rodaje y otras cosas de ese estilo. Y hasta me tocó actuar como un enfermo que chatea con una de las protagonistas, jajaja. Muy graciosa esa parte, jajaja.

Recortadas pasó por festivales de cine, ganó premios y fue editada en DVD por VideoFlims. Pero lo mejor de todo fue la experiencia de haberla filmado.

10. Hablando de Sebas, ¿nunca pensaron llevar una de tus historias al cine? ¿O al menos en un corto?
Nunca hablamos al respecto. No es mala idea. Quién te dice, jaja.

11. Trabajaste en la radio (EL GATO DE LAS NUEVE COLAS, en Nacional Rock). ¿Cómo fue la experiencia? ¿Te gustaría tener tu propio programa?
Desde hace años me interesaba participar en radio, pero no había tenido oportunidad. Todo cambió el año pasado. Surgieron varias oportunidades al mismo tiempo. Primero fui invitado a hablar de cine en el programa de unas chicas que estudian en ISEC. Hablé sobre Volver al futuro y, otro día, sobre Tiburón. Luego se dio la columna de cine en El Fin del Finde, programa de radio que va los domingos de 6 a 8 de la mañana, por FM Nacional Rock. Claro que, como participamos quienes hacemos A Sala Llena, nos turnamos para hablar sobre una peli a elección de cada uno. Así que ahí participo cada mes y medio, más o menos. Casi al mismo tiempo surgió lo de El Gato de las Nueve Colas, también por Nacional Rock, pero de lunes a jueves de 22 a 00 hs. A mí me tocaba hablar los miércoles, sobre tres películas de determinada temática: películas para enamorarte, películas para descargar la furia, etc. El programa era conducido por Sebastián Rotstein, a quien conocía por Recortadas (él la co-escribió), incluso de antes. Un tipazo, Mr. R, también muy generoso. Se arriesgó al darme la oportunidad, pese a mi casi nula experiencia. Fue espectacular lo que viví en El Gato... Sobraba la buena onda. Si bien mi participación era telefónica (vivo en el Sur del GBA, y la radio está en el Centro), pude ir algunas veces a la radio. El 90% de las veces se notaba que yo era nuevo en el medio radial, pero R y su equipo me daban mucha confianza. Lástima que el programa no se siga haciendo este año. Ya lo extraño.

A la par, con mis colegas se A Sala Llena empezamos A Sala Llena Online Radio, que se puede escuchar en la página web de Radiofona. Hablamos de los estrenos de la semana y de temas como la tecnología 3D. Yo no pude participar muy activamente, debido a temas personales (mudanza, bah). Pero volveré.

12. Escribís en la revista de cine más popular del país (LA COSA), ¿cómo fue pasar de ser lector a ser parte de la misma?
Conocí La Cosa en 1996, casi cuando empezaba. Es más: Marcelo di Marco era Secretario de Redacción de la revista durante ese tiempo. Marcelo me regaló un número de La Cosa y fue como amor a primera vista (sí, tremendo lugar común, jaja). Yo ya conocía Fangoria, la edición española, pero La Cosa era mejor. Para empezar, era argentina y entendía todos los chistes, jajaja. Estuvo bueno enterarme de que los responsables eran Axel Kuschevatzky (a quien tenía de la televisión) y a Guillermo Hernández, crítico de cine de Cuál Es, el programa de radio conducido por Mario Pergolini. Y mirá qué chico es el mundo: Marcelo y Guillermo fueron compañeros de trabajo en una mensajería, y Nomi, la esposa de Marcelo, fue profesora de secundaria de Axel. Según Marcelo, fue él quien los presentó. Enorme dupla.

Mi prime intento por escribir en la revista fue a los 17 o 18 años, no recuerdo bien. Mandé unas reviews, pero no pasó nada. Pensé lo mismo que con el programa de Lomas: “Mejor así”. Me faltaba aprender mucho todavía.

Empecé a escribir sobre cine y libros en 2003. Comencé en las revistas virtuales FIN y Axolotl, comandadas por compañeros de Carfax. Luego debuté en papel escribiendo para Haciendo Cine, y en 2006 volví a intentarlo en La Cosa. Y lo logré. Como todo el mundo, empecé con las reviews y enseguida pude escribir notas.

Me gusta participar en La Cosa. Otro excelente grupo humano, tanto los editores como los colegas colaboradores. Yo no veo mucho ni a Axel ni a Guillermo, pero son muy buena gente, no son caretas y te dicen las cosas claras desde el vamos, algo que no sucede en otras revistas de cine.

13. La pregunta obligada: ¿Qué pelis te influenciaron a lo largo de tu vida?
Uff, un montón, jaja. Gran parte figuran en la respuesta a la pregunta número 2. Pero no sólo terror hay en mi vida. Me gustan los musicales, las comedias románticas... Veo todos los géneros. Me interesa ver historias bien contadas, no extravagancias vanguardistas (aunque algunas tienen lo suyo estéticamente). Entre mis películas favoritas están Qué bello es vivir, La naranja mecánica, A la hora señalada, El ciudadano... Algunos de mis directores favoritos: Hitchcock, Carpenter, Cronenberg, John Ford, Howard Hawks, Billy Wilder, Leonardo Favio, José Martínez Suárez, Steven Spielberg, Martin Scorsese; Darío Argento, Sydney Lumet y Francis Ford Coppola en sus mejores épocas; George A. Romero, Brian De Palma, Robert Zemeckis, Tim Burton, Peter Jackson, Sam Raimi, Kathryn Bigelow, Frank Darabont, Spike Lee, David Fincher, Paul Greengrass, Christopher Nolan, Zack Snyder, Danny Boyle, Juan José Campanella, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Alex de la Iglesia, Fabián Bielinsky... Y podría seguir, jaja.

Y me detengo en Carpenter. Dentro de poco (esperemos que este año, sí o sí) saldrá a la venta mi libro Encerrados toda la noche: el cine de John Carpenter. Fue un laburo soñado. Carpenter se merecía un libro de mi parte. Además, es uno de los pocos libros en castellano sobre este artista. Lo publicará la novísima editorial Cuarto Menguante. En breve, más novedades.

14. Hiciste animación en el corto FAMILIA, ¿harías algo más en este formato? ¿THOM?
Nunca consideré a Familia como de animación, pero en cierto modo lo es, porque está hecho con dibujos y montaje.

Haría algo mucho mejor, con un trabajo de animación mucho más serio y ambicioso. Sé que se necesita tiempo y paciencia para hacerlo. El tiempo es el problema. Pero tarde o temprano haré algo de animación.

15. Véndele a quienes aun no leyeron (lo mal que hacen) I LOVE LUCKY y THOM.
Lucky nació en 2003, aunque no se lo conocía con ese apodo. Ese año empecé a escribir una novela que terminé en 2008, pero entre reescrituras y correcciones está lista desde 2010. La idea del libro surgió del capricho y la arrogancia. De chico leí American Psycho, de Bret Easton Ellis. Tiempo después vi la película, protagonizada por Christian Bale. Me había enamorado del concepto, pero no me convencía cómo encararon el asunto. Y pensé: “Yo puedo hacerlo mejor que Ellis y que Mary Harron. Voy a agarrar esas mismas herramientas que ellos usaron para construir una mansión y construiré un palacio”. ¡Sí, un demente total! Así que puse manos a la obra. La novela cuenta las andanzas de Lucky, un asesino serial adolescente en la Argentina de los ’90. Pero no un freak sumiso, sino un muchacho carismático, inteligente, astuto, parecido físicamente a Leonardo DiCaprio. Un galán recio al que parece no faltarle ni dinero ni chicas ni amigo, pero siempre busca más. Pero mejor no seguir contando detalles, jaja. Es una sátira de la Argentina menemista, de esa ilusoria burbuja primermundista en la que vivíamos unos cuantos. Salvo Las viudas de los jueves, de Claudia Piñeiro, ningún libro se preocupó tanto en contar cómo fueron las cosas en esa época.

Como la novela todavía no será publicada y tenía ganas de mostrar al menos al personaje, decidí escribir cuentos con Lucky en su vida adulta. Tenía muchas ganas de mostrar al personaje a los veintipico, en el mundo actual, en la era de los celulares y las redes sociales. Quería mostrar cómo ciertas cosas nunca cambian, y tienden a empeorar. Seguro haya otra novela en el futuro, pero por ahora, cuentos que irán apareciendo en I Love Lucky, un blog que armé especialmente. Ya publiqué el primero cuento: “Marky Mark”.

Thom es distinto. Nació a mediados del año pasado, como una idea para un proyecto de animación, pero a futuro. Una historia con corazoncitos que se comportan como nosotros, en un mundo donde todos se enamoran y las parejas son correspondidas. Salvo para Thom, quien, harto delos reveses sentimentales, explota y comete atrocidades. Distintas circunstancias del año y medio anterior (tal vez de más atrás) me obligaron a dejar de lado otros proyectos para dedicar mis ratos libres a concretar Thom, pero en forma de cuento. Era escribir o romperle la cabeza a alguien. Así que armé un blog y publiqué una historia en tres partes. Me sorprendió la aceptación que tuvo. Igual, sabía que a la gente no le costaría identificarse con Thom: muchos padecimos reveces en el aspecto sentimental.

En cambio, sé que identificarse con Lucky puedo ser más complicado. Pero bueno, todos tenemos un lado oscuro y perverso que necesitamos canalizar. Lucky es como James Bond: aunque a veces nos cueste admitirlo, todos queremos ser como él. Además, ¿a quién no le gustaría violar, matar y torturar sin sentir remordimientos? Por lo menos, una vez en la vida estuvimos por caer bien bajo.

16. ¿Cómo paso MICHIFUS de ser un corto a un blog y luego a una página de música ochentosa?
¿Página de música ochentosa? ¡Jajajaja! Sí, hay algo de eso. Más que nada, en la página de Facebook del blog. Ahí inventé la sección OCHENTOSO MIL POR MIL.

Armé el blog a fines de 2006, para subir el corto y datos de cómo fue realizado y la repercusión en festivales y notas de prensa. Igual, desde el vamos aclaré que también serviría como blog personal, donde subiría comentarios de películas, de libros, de fútbol, de lo que fuera. Así que subo textos, fotos y videos de esas temáticas y de otras también, y propagandas de mis emprendimientos. Durante 2008 y partes de 2009 es cuando más bola le di. La frecuencia de los post decayó cuando me dediqué más a A Sala Llena, pero todavía subo material. Es uno de mis pocos espacios personales y voy a conservarlo.

17. ¿Nos podés adelantar cómo sigue I LOVE LUCKY y THOM?
Dentro de poco publicaré el segundo cuento sobre Lucky, titulado “English method”. Será mucho mejor que “Marky Mark”, que sirve más que nada para presentar al personaje.

También habrá más de Thom. Se llamara “Traición” y será diferente a la primera historia. Diferente, pero no menos violenta.

Además, habrán más creaciones en el futuro, si Dios quiere. Todavía tengo que dar muchísimo más. Siento que estoy demasiado estático, aunque me esté moviendo. Pero sigo haciendo. Sigo remando como puedo. Esto sonará exagerado, pero si no me expresara creativamente, sería un peligro para mí mismo y para la sociedad.

18. Hablando de I LOVE LUCKY, ¿está algo inspirado en tu amigo LUCAS ALBARN?

¡JAJAJAJAJAJA!

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MATIAS ORTA: el terror ochentoso. PARTE 1


La primera parte de una entrevista que me hizo Leandro Adrian Balbuena para su página Cine fantástico y bizarro. No sé si me entrevistarán de nuevo alguna vez, pero dudo que cuente tanto como ahora: comienzos, influencias, Michifus, A Sala Llena, Thom, Lucky, Carpenter, De Caro, radio, La Abadía de Carfax, Recortadas, de todo. Tan larga quedó la entrevista, que hubo que partirla. ¡INFINITAS GRACIAS, LEANDRO!


1. ¿Cuándo te diste cuenta que escribir era lo tuyo?

Desde chico inventaba cosas. Dibujaba y escribía (es decir, hacía mamarrachos, jaja). Historietas, más que nada. Una, de pocos cuadritos, terminó apareciendo en el diario que hacíamos en la primaria, n un taller de periodismo. No era bueno dibujando, pero disfrutaba haciéndolo. También creaba historias cuando jugaba mucho con mis juguetes. No fue una buena época en lo personal. Era escaparme a un mundo aparte o volver loco.

Lo que inventaba eran casi copias de lo que veía por televisión. Solía dibujaba versiones más sangrientas de películas de terror, ciencia-ficción y fantasía que veía por la tele. Usaba crayones, y recuerdo que siempre se me partía el rojo de tanto darle. Así que nada muy original lo mío. Pero bueno, así somos todos de chicos.

Considero mi primer cuento uno que escribí a los 10 u 11 años, ahora no lo recuerdo. Era sobre un chico perseguido por un muerto viviente en una casa abandonada, o algo así, jaja. Era onda Terminator: el monstruo persigue a la víctima y parece no lo podés frenar con nada. Como los intentos de historietas que venía dibujando. A los 11 escribí un cuento sobre un chico que era molestado por un compañero de clase, pero molestado mal. Hasta que el chico pierde la paciencia y lo mata de un palazo, para luego enterrarlo en el jardín de la casa. Pero el compañero agresivo se levanta de la tumba. Fue una de las primeras cosas con elementos autobiográficos, y con expresiones de deseo muy oscuras. Me mudé hace poco y pude recuperar mucho de lo que hacía en aquella época, pero nunca encontré ese cuento. Pero sin dudas, quien se atreva a leer ese y el de la persecución en la casa notará que lo más terrorífico es la ortografía y el nivel de redacción, jajaja.

Con los años, empecé a dibujar menos y a escribir más. Pero no me gustaba lo que escribía. Sabía que los cuentos no estaban buenos, pero no lograba precisar por qué. A los 15 años, a la salida de la Feria del Libro, cayó en mis manos (nunca mejor utilizada esa frase hecha, porque casi surgió de la nada) una revista llamada Neuromante. Me cabió: contenía cuentos y notas de los géneros que me gustaban. En una de las últimas páginas figuraba una propaganda de un taller literario, a cargo de un tal Marcelo di Marco. Yo no sabía lo que era un taller literario, pero sospeché que tenía relación con eso que estaba buscando para mejorar mis cuentos.

En ese tiempo vivía —y todavía vivo— en Remedios de Escalada, y viajaba a Capital, con suerte, dos o tres veces al año. Pero empecé a ir seguido a partir de aquel año. Frecuenté las reuniones de los responsables de Neuromante y de otras revistas similares, en un bar de Congreso. Era el Círculo Argentino de Ciencia-ficción y Fantasía. Fue como ingresar a una dimensión paralela, más interesante que mi vida comunacha (ojo, para ese entonces mi vida personal era bastante más tranquila que antes). Esa gente veía las películas y leía los libros que yo había visto o leído o quería ver y leer. En una de esas reuniones pregunté por Marcelo di Marco, y me contaron cómo trabajaba.

Una o dos semanas después, como por un impulso, dejé los apuntes de Biología (tenía examen al día siguiente, pero no me importó) y llamé a Di Marco. Nunca había tenido contacto directo con un escritor y no sabía bien cómo debía expresarme frente a uno. La idea que yo tenía de un escritor era de un Borges: viejo, inaccesible, que hablaba usando frases complicadas y citando a filósofos aburridos de siglo atrás. Muy prejuicioso lo mío, ja. Resultó que Marcelo y yo compartíamos gustos literarios y cinéfilos. Fui a su casa unos días después y pegamos onda. Era como el padre que siempre haba querido tener. Se convirtió en mi mentor y en un gran amigo y confidente. Trabajamos varios cuentos y una novela: Ellos vendrán a devorarte, todavía inédita. Fui al taller desde 1996 hasta 2003, pero seguimos siendo grandes amigos y colegas y miembros de La Abadía de Carfax. Siempre le estaré agradecido a Marcelo.


2. ¿Siempre recurrís a dosis de gore y violencia explicita en tus cuentos? ¿Quiénes fueron y son tus influencias literarias y cinéfilas en esta área?
Sí, es verdad que varios de mis textos contienen sangre y situaciones desagradables. Pero también escribí cuentos más basados en los climas y la tensión, sobre todo mediante los diálogos. Durante años escribí cuentos de ese estilo, que fueron distinguidos en concursos literarios. La carnicería salvaje era más común cuando era chico, y revivió ahora, aunque con una impronta más madura, espero. Muchas veces, determinadas vivencias y frustraciones despiertan en vos tu lado más peligroso y desagradable. Y lo más sano e inofensivo es canalizarlo a través de actividades artísticas. En todo artista hay un criminal en potencia. Bah, a veces parece que no alcanza, como a Charles Manson, jaja.

En cuanto a las influencias en el área de gore y violencia, me críe viendo pelis de John Carpenter, George A. Romero, David Cronenberg, Wes Craven. También Darío Argento, Sam Raimi, Stuart Gordon, películas como El loco de la motosierra... Aunque por supuesto que vi mucho de la Hammer y de la Amicus y otras pelis de los ’50 y ’60, pesó más el terror de los ’70 y ’80. Actualmente, los mejores herederos de esa movida son Alexandre Aja, Eli Roth y Rob Zombie. Los franceses vienen haciendo pelis extremas, como Inside: la venganza, La frontera del miedo y, sobre todo, Martyrs. Por supuesto (y aquí caer en un lugar común), la película más aterradora que vi nunca es El exorcista.

Fuera del terror (bueh, no tanto, jaja) me impresionaron películas como La naranja mecánica, Saló y los 120 días de Sodoma, Réquiem para un sueño, las de Gaspar Noé... En los últimos años, mis textos más violentos tienen su influencia por ahí (a veces, ni siquiera por ahí) que por el lado del terror más clásico.

Pasando a la literatura, Edgar Allan Poe es ineludible. También Lovecraft. Richard Matheson es un genio. Y Stephen King, quien sigue siendo el referente en cuanto a literatura fantástica de los últimos cuarenta años, más allá de que escribió libros sin elementos fantásticos, que suelen superar a los otros, de por sí maravillosos. No puedo dejar de nombrar a las antologías que publicaba Martínez Roca a fines de los ’80 y comienzos de los ’90. Se la conocía como la serie Horror, y podías encontrar cuentos de King (infaltables) y de autores como Robert Bloch, Ramsey Campbell, Thomas M. Disch. Indispensables. Pero quien más me marcó de pendejo fue Clive Barker. Es como un artista del Renacimiento: hizo teatro, pinta, escribe, y dirigió películas, empezando por Hellraiser, otra de mis favoritas. Aunque donde más se luce es en su faceta literaria. Su colección de cuentos Libros sangrientos es de lo más sorprendente, perturbador, atrevido e imaginativo que leí nunca. Un cuento mejor que el otro. También conseguí sus novelas, cuasiinconseguibles en este país. Barker fue una influencia decisiva cuando escribí Ellos vendrán a devorarte.

En los últimos años, descubrí a autores como Alex Garland, Chuck Palahniuk... y también escritores argentinos muy grossos: Carlos Chernov, Rafael Pinedo, Gustavo Nielsen (que hace poco ganó el Premio Clarín de Novela) y Leonardo Oyola. Son autores que incursionan en el género fantástico, pero con una mirada muy personal. Me gusta en particular cómo Oyola combina elementos policiales con cultura pop.

3. ¿Cómo se te ocurrió filmar MICHIFUS?
Michifus fue un proyecto para el Cievyc, donde estudié cine. En 2003, a principios del segundo año de carrera, nos dieron a cada alumno 30 metros de fílmico, blanco y negro, para hacer un corto. Con esa cantidad de metro, no podíamos hacer algo que durara poco más de dos o tres minutos. Entonces me puse a pensar ideas y, como justo estaba preparando un proyecto creativo con asesinatos, se me ocurrió la idea para el corto. Era una idea simple, fácil de hacer y muy poderosa... y graciosa. Porque es muy truculento lo que sucede en el corto, pero también gracioso (¿?).

Lo escribí para que lo protagonizara un chico. No sabía quién, pero lo encontraría. Pero le conté a Pamela, mi hermana, y dijo que sería más tenebroso si era una nena la que actuaba. Como ella tenía 12 años y aún no había pegado el salto hormonal, decidí elegirla como actriz. Hicimos una prueba en el Cievyc, delante de mis compañeros, y todos quedaron impresionados. Quedaba genial Pamela.

El gatito también iba a ser otro, pero entre una cosa y otra debí recurrir a María Celeste, la mascota de una amiga. Tenía mis dudas, porque era un animal bastante viejito y arisco, y caminaba mal: de chiquita cayó al revés que los gatos normales, jaja, y se jodió la columna. Pero cumplió, por suerte, jaja.

Filmamos el corto el domingo 31 de agosto, y no hubo demasiadas complicaciones. Todo salió como estaba planeado, salvo por un detalle: originalmente el gatito debía beber leche del plato, pero no quería hacerlo. Así que optamos por la carne picada, que había comprado el día anterior por si acaso. Y eso sí comió, por fin. Como filmamos en 16mm, no había margen para el error. Las cosas salieron bien durante el rodaje, aunque hasta que no fui a Cinecolor y vi el material revelado nadie estaba muy seguro de cómo se vería. Los cortos que habían filmado mis compañeros tuvieron problemas de distinta índole, sobre todo técnicos. Por suerte, la imagen se veía de diez.

El corto fue presentado en sociedad en una muestra del Cievyc, en la sala 1 del cine Lorca. Los alumnos llevaron a sus familiares y amigos, pero yo fui solo. Sabía que Michifus estaba bien y quería verlo en pantalla grande, pero no tenía expectativas de nada. Pero a los presentes les encantó y fue uno de los cortos más votados. Fue como un presagio de lo que pasó después: fue semifinalista en el III Festival Crepusculum de Cine Fantástico; fue proyectado en el Buenos Aires Rojo Sangre; estuvo en Uncipar, donde lo pasaron tres veces a pedido del público... Hasta en el Malba lo proyectaron, en el Festival del FEISAL de 2005. Ver el corto en el Malba, donde uno va a ver clásicos del cine mundial, fue el colmo de la gloria. La respuesta del público no fue tan efusiva como en Uncipar, pero era el Malba y eso me emocionó.

Michifus integró la programación del Puerto Rico Horror Film Fest. Y todavía lo siguen difundiendo por la web y lo proyectan en bares culturales y fiestas. Todavía no puedo creer las alegrías que me dio ese corto. Bastante bien para ser algo en lo que ocurre determinada situación (no contemos cuál, jaja) y punto. Aún hoy muchos lo consideran mi mejor carta de presentación.

4. ¿Tenés pensado algún otro corto?
Después de Michifus hice otros cortos, de los que sólo rescato Familia, que es similar, pero mejor en varios aspectos. Pero, como suele pasar, aprendí más de los otros que no salieron tan bien.

Y tengo pensando otro corto. Pero mejor no anunciarlo más porque lo vengo posponiendo desde hace años, jaja. Hay ideas para cortos. Pronto estaré filmando algo. Siempre me digo que debería haber filmado más, en vez de escribir tantas críticas (que hago con gusto). Pero todavía soy joven, así que me queda mucho por hacer.

5. ¿Qué es LA ABADIA DE CARFAX? ¿Cómo surgió?
La Abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía surgió a principios de 2005. Marcelo di Marco se dio cuenta de que varios de los integrantes de su taller literario tenían un gusto muy marcado por la literatura de temática extraña y terrorífica. Así que creó este hermoso grupo. Mis compañeros carfaxeanos son excelentes como personas y como escritores. Aprendo mucho de ellos y con ellos. Un privilegio compartir momentos junto a amigos así. Lo genial es que todos tenemos inclinaciones distintas dentro del género fantástico: a uno le tira más la onda Lovecraft, a otro el terror psicológico... y así nos complementamos.

Ya publicamos dos antologías, editadas por Elaleph.com: Cuentos de la Abadía de Carfax y Cuentos de la Abadía de Carfax 2. Se consiguen en las cadenas de librerías Cúspide y Paidós, y en www.elaleph.com. Y ya está en preparación la tercera parte. ¡Hay Carfax para rato!

6. En THOM e I LOVE LUCKY sobresale tu conocimiento sobre música, cine y redes sociales. ¿Cómo nació tu pasión por estas tres cosas?
Empecé a ver películas por televisión, no tanto por cine. No vengo de una familia de artistas ni de gente muy culta. De niño, muchas cosas las fui descubriendo por mi cuenta. Veía mucha tele, pero de todo: desde Flavia Palmiero hasta Hugo Guerrero Marthineitz, pasando por las telenovelas de Verónica Castro. (Y, en esa época no tenía cable, jaja). Mirar tele era otra vía de escape. Pero mi programación favorita eran las películas: Sábados de superacción y otros ciclos de pelis con monstruos, platos voladores, asesinos enmascarados y esas cosas que me gustaban. De chico me llevaban poco al cine, y para ver las típicas películas para chicos: las de García Ferré, Las aventuras de Chatrán... Después compraron la videocassettera y ahí sí pude elegir. Como siempre tuve buena memoria, me aprendía rápido nombres de películas, directores, actores, lo que fuera. A los 11 años casi entro a hablar de películas de terror en un programa de Lomas de Zamora, pero al final no se dio. Ahora que lo pienso, mejor así, jaja, porque era un ignorante. Todavía sigo aprendiendo y nunca dejaré de hacerlo.

Como casi todo el mundo, crecí con música. Tengo muy presente la de los ’80 y los ’90 porque crecí en esas décadas. Pero también de chico fui descubriendo al rock de los ’50, a Los Beatles, el heavy metal. Nunca pertenecí a ninguna tribu urbana, pero en la adolescencia a escuchar hard rock y heavy metal: Iron Maiden, Black Sabbat, Judas Priest. Metal de todas las épocas. Todavía me sigue cayendo bien el heavy, pero escucho de todo: glam rock de los ’70 —Bowie, T-Rex, Roxy Music—, punk rock —Ramones, The Clash—, new wave, electropop, bossa nova, de todo. Hasta admito que la cumbia y el reggaeton son indispensables para cualquier fiesta.

No me considero un apasionado de las redes sociales, aunque por momentos pareciera que sí, jaja. Empecé a usar Facebook en mayo de 2008 y de a poco le fui encontrando sus cosas positivas. Sirve para fortalecer relaciones y para conocer gente con gustos como los míos. Por supuesto, en los primeros días, fui uno de los incautos de pensar que el famoso de turno con el que me encontraba era el verdadero, no un impostor, jaja. A Twitter llegué a fines de 2009, pero empecé a usarlo seguido a mediados del año pasado. Hay gente que prefiere Twitter por sobre Facebook y viceversa. Muchos twitteros dicen que Facebook es careta, y los Facebookeros sostienen que Twitter es frío y tonto. En mi opinión, son dos buenísimos espacios para conocer gente, consolidar relaciones, difundir tus emprendimientos... y, muchas veces, caer en el boludeo más gratuito, jaja. Claro que depende de cada quién. Muchos creamos (me incluyo) en las redes sociales una versión ideal de nosotros mismos. De hecho, la mayoría no ponemos nuestras caras en el avatar. Hay personas que son super ácidas, pero en la vida real son tiernas como gatitos... o al revés. Quién sabe cuántos asesinos seriales hay por allí. (Uy, ya los puse paranoicos, jajaja). Hablando en serio, no juzgo si la gente proyecta otra imagen. Por mí está bien. Todos proyectamos determinada imagen ya en la vida real. Uh, creo que me estoy yendo por las ramas, jaja.

También tengo cuenta en MySpace y en Sonico, pero nunca las uso. Sí le presto atención a LinkedIn.

En definitiva, cada red social tiene lo suyo y está en uno saber explotarla.

7. ¿Quiénes integran A SALA LLENA?
Actualmente, los responsables máximos del site somos José Luis De Lorenzo, Tomás Luzzani, Rodolfo Weisskirch y un servidor. Quisiera mencionar también a Florencia Gasparini Rey, que estuvo en los primeros tiempos.

Y tenemos cerca de veinte colaboradores, todos muy buenos.

8. ¿Cómo surgió la idea de esta web? ¿Cómo mantienen la calidad y el ritmo de las publicaciones con el correr del tiempo?
José y yo escribíamos contenidos para el sitio de Chak Films, productora de Seba De Caro. En 2008 José me comentó la idea de una página web sobre cien, en la línea de Otros Cines, pero con más puntos de vista sobre una misma película, incluso si esa peli nos gustaba a todos. Recién en enero de 2009 no juntamos José, Flor y yo, y le dimos forma a lo que luego se conoció como A Sala Llena. Debido a lo carísimo que salía armar un sitio como el que queríamos, decidí armarla yo. No tenía tantos conocimientos sobre el tema y tampoco mucho tiempo, pero lo hice. Me la jugué. Y quedó la página que ves ahora: un ejemplo de lo que NO debería ser una página web. De hecho, pronto habrá un rediseño. Pero sirvió para empezar. Los contenidos superan la parquedad del diseño. Y no paramos de crecer. Hacemos críticas de los estrenos semanales; entrevistamos a personalidades del cine y del teatro, de Argentina y del exterior; cubrimos festivales y eventos... Eso se debe a que hacemos las cosas lo mejor posible, y me atrevo a decir que en varios aspectos somos más profesionales que unos cuantos veteranos del medio. Para empezar, no nos dormimos en las privadas, jajaja.

A continuación, la segunda parte.

Para verla en la página de Facebook, cliqueen aquí.


viernes, 4 de marzo de 2011

I LOVE LUCKY

Ya está online I LoveLucky, mi nueva ficción.
Atractivo. Moderno. Inteligente. Astuto. Rápido. Obsesivo. Irresistible. Son sólo algunos de los calificativos que se aplican a Lucky. Un playboy contemporáneo, que oculta un hobby no del todo convencional. ¿Qué clase de hobby? Para averiguarlo, deberán leer sus andanzas, narradas en cuentos que se irán publicando en este lindo blog. El primero se titula “Marky Mark” y pueden leerlo cliqueando aquí.